miércoles, 21 de mayo de 2008

Carta de Juan Domingo Perón a los Jovenes del 2000

Hola compañeros, queria compartir con todos ustedes esta carta, si bien muchos ya la habran leido y re leido, seguramente si lo hacen una vez mas encontraran algo nuevo, o al menos eso me paso a mi, cada vez que la leo y la re leo veo nuevos detalles... en fin, queria compartir esta carta ya que posee un significado muy importante para los Argentinos, sea o no peronista. Estas lineas fueron escritas por Juan Domingo Perón y enterrada en la base de la Pirámide de Mayo el 12 de agosto de 1948. Debería haber sido desenterrada el 12 de agosto de 2006, en el bicentenario de la reconquista de Buenos Aires luego de la primera invasión inglesa.
Los hombres de la resistencia del Movimiento Nacional Justicialista conservaron este mensaje, que fue leído en la fecha y tal como lo pidiera el Gral. Perón por los jóvenes de la JUP, en Plaza de Mayo.
Creo que lo importante de esto,primeramente es tomar su vision, no solo pensar en hoy, o dentro de diez años, sino pensar y diagramar mas alla de eso, ya que los jovenes de hoy somos los encargados de formar y contruir las bases de los jovenes del futuro, es importante ser participes del cambio radical y saber leer, escuchar y mirar los consejos de los demas, creo que tal vez si muchos hubieran leído esta carta y la ubieran puesto de manifiesto en sus acciones las cosas podrian ser diferente, claro que es mi humilde opinion, pero en fin, de que vale llorar por sobre la leche derramada, lo ideal es trabajar para conseguir nuevamente una porduccion...
Bueno los dejo con la carta que es algo extensa, pero muy interesante... la verdad que es admirable, por que Perón la escribio en la decada de 1940 y nos estaba describiendo la actualidad, lo que dice nos ayuda a comprender muchas cosas... bueno ahi va....saludos... By: Laura Peñaloza
Mensaje a los Jóvenes del Año 2000

La juventud argentina del año 2000 querrá volver sus ojos hacia el pasado y exigir a la historia una rendición de cuentas encaminada a enjuiciar el uso que los gobernantes de todos los tiempos han hecho del sagrado depósito que en sus manos fueron poniendo las generaciones precedentes, y también si sus actos y sus doctrinas fueron suficientes para llevar el bienestar a sus pueblos y para conseguir la paz entre las naciones.
Por desgracia para nosotros, ese balance no nos ha sido favorable. Anticipémonos a él para que conste, al menos, nuestra buena fe y confesemos lealmente que ni los rectores de los pueblos ni las masas regidas, han sabido lograr el camino de la felicidad individual y colectiva.
En el transcurso de los siglos hemos progresado de manera gigantesca en el orden material y científico, y si cada día se avanza en la limitación del dolor, es solamente en su aspecto físico, porque en el moral, el camino recorrido ha sido pequeño.
El egoísmo ha regido muchas veces los actos de gobierno y no es el amor al prójimo, ni siquiera la compasión o la tolerancia, lo que mueve las determinaciones humanas.
Esa acusación resulta aplicable tanto a los pueblos como a los individuos. Cierto que en uno y en otros se dan ejemplos de altruismo, pero como hechos aislados de poca o ninguna influencia en la marcha de la humanidad. Es cierto que en ocasiones parece que se ha dado un gran impulso en favor de los nobles ideales y de las causas justas, pero la realidad nos llama a sí y nos hace ver que todo era una ilusión. Apenas terminada la guerra, ponemos nuestra esperanza en que ha de ser la última porque las diferencias entre las naciones se han de resolver por las vías del derecho aplicado por los organismos internacionales. Pocos años bastan para demostrarnos con un conflicto bélico de mayores proporciones el tremendo error en que habíamos caído. Hasta el aspecto caballeresco de las batallas se ha perdido y hoy vemos con el corazón empedernido como al cabo de veinte siglos de civilización cristiana, caen en la lucha niños, mujeres y ancianos.
Apenas un conflicto social ha sido resuelto vemos asomar otro, de más grandes proporciones, no siempre solucionado por las vías de la inteligencia y de la armonía sino por la coacción estatal o de las propias partes contendientes más fuertes, no el del mejor derecho.
Frente a esta lamentable realidad: ¿de qué han servido las doctrinas políticas, las teorías económicas y las elucubraciones sociales?. Ni las democracias ni las tiranías, ni los empirismos antiguos ni los conceptos modernos han sido suficientes para quietar las pasiones o para coordinar los anhelos. La libertad misma queda limitada a una hermosa palabra, de muy escaso contenido, pues cada cual la entiende y la aplica en su propio beneficio. El capitalismo se vale de ella no para elevar la condición de los trabajadores procurando su bienestar, sino para deprimirles y explotarles. Los poseedores de la riqueza no quieren compartirla con los desposeídos sino aceptarla y monopolizarla. E inversamente, los falsos apóstoles del proletariado quieren la libertad más para usarla como un arma en la lucha de clases que para obtener lo que sus reivindicaciones tengan de justas.
No ha empezado a alborar el liberalismo económico cuando -para impedir sus aplausos- tiene el Estado que iniciar una intervención cada vez más intensa a fin de evitar el daño entre las partes y el daño a la colectividad. Pero tampoco su intervencionismo constituye un remedio eficaz porque, o es partidista, o busca anular las libertades individuales y con ellas a la propia persona humana.
El mundo ha fracasado. Mas este fracaso, ¿será tan absoluto que no deje un mínimo resquicio a la esperanza?. Posiblemente podamos mantener el optimismo con la ilusión de que el avance de la humanidad hacia su bienestar es tan lento que no lo percibimos, pero de cada evolución queda una partícula aprovechable para el mejor desarrollo de la humanidad. El avance es invisible y está oculto por sus propios vicios a que antes he aludido, pero no por eso deja de existir.
Se haría más perceptible si cada uno de nosotros se despojase de algo propio en beneficio de sus semejantes, si tratase de dirigir las disputas con la razón y no con la violencia. Dentro de mis posibilidades así he procurado hacerlo y, en este sentido, he orientado mi labor de gobernante. Válgame por lo menos la intención y sea ella la que juzguen y valoren mis críticos del porvenir.
La humanidad debe comprender que hay que formar una juventud inspirada en otros sentimientos, que sea capaz de realizar lo que nosotros no hemos sido capaces. Esa es la verdad más grande que en estos tiempos debemos sustentar sin egoísmos, porque éstos nos han conducido solamente a desastres.
En nuestra querida Argentina, el panorama descrito se ha sentido sin ser cruento, pero en el orden general, los hechos prueban que ha sido el acierto la resolución que ha precedido nuestra realidad. La independencia política que heredamos de nuestros mayores hasta nuestros días, no había sido colectivizada por la independencia económica que permitiera decir con verdad que constituíamos una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Por eso nosotros hemos luchado sin descanso para imponer la justicia social que suprimiera la miseria en medio de la abundancia; por eso hemos declarado y realizado la independencia económica que nos permitiera reconquistar lo perdido y crear una Argentina para los argentinos, y por eso nosotros vivimos velando porque la soberanía de la Patria sea inviolable o inviolada mientras haya un argentino que pueda oponer su pecho al avance de toda prepotencia extranjera, destinada a menguar el derecho que cada argentino tiene de decidir por sí dentro de las fronteras de su tierra.
Contra un mundo que ha fracasado, dejamos una doctrina justa y un programa de acción para ser cumplido por nuestra juventud: esa será su responsabilidad ante la Historia.
¡Quiera Dios que ese juicio les sea favorable y que al leer este mensaje de un humilde argentino, que amó mucho a su Patria y trató de servirla honradamente, podáis -hermanos del 2000- lanzar vuestra mirada sobre la Gran Argentina que soñamos, por la cual vivimos, luchamos y sufrimos!"

Juan Domingo Perón

Fotos del Plenario




Compañeros, estas son algunas de las fotos del 3° Plenario Nacional de nuestro Movimiento, espero les guste!

martes, 20 de mayo de 2008

Mesa Provincial





Compañeros en la Porvincia de la Rioja se ha creado la mesa de trabajo a fin de optimizar y garantizar el trbajo del MUP en La Rioja.

Es por ello que tras varias charlas y encuentro con todos los compañeros es que se ha creado esta estructura de trabajo en la provincia.




MUP – La Rioja



Secretario General: Juan Domingo Paz

Secretario Adjunto: Sergio Fuentes

Secretario Político: Carlos Veron

Secretario de Organización y Planeamiento: Laura Peñaloza

Secretario del Interior y Rural: Roberto Aballay

Secretario de Prensa y Comunicación: Leonardo Gómez

Secretario de Acción Social: José Barrera

Secretario de Capacitación: Luís Alcaraz

Secretario de Igualdad de Genero: Maria Peñaloza

Secretario de Juventud: Eliseo Acevedo.

Secretario de Producción y Recursos Naturales: Félix Mercado









Mesa Provincial del MUP

La Provincia de La Rioja, ha creado su mesa provincial del MUP

La Rioja en el 3° Plenario del MUP


MUP _La Rioja



En los dias 9 Y 10 de mayo, delegados del MUP de La Rioja, participaron del 3° Plenario Nacional del Movimiento de Unidad Popular, que se realizó los días 9 y 10 del corriente mes en la ciudad de Buenos Aires, y en la cual se dejo establecido los lineamientos de trabajo.

El Plenario fue la oportunidad de reunir a la militancia de todo el país para avanzar en la organización necesaria para consolidar el proyecto nacional en marcha.

El MUP busca ser parte de la experiencia política, social y gremial del sector del trabajo y la juventud que lucha por la plena vigencia de los derechos sociales, políticos, económicos y culturales de la provincia y el pueblo argentino.


Ademas como riojanos tenemos el honor de que en la Mesa Nacional esten los compañeros Juan Domingo Paz, quien fue designado como secretario de Produccion del MUP, y el Doc. Carlos Veron, secretario de Salud. Ademas participaron del 3° Plenario Nacional los compañeros Roberto Aballay, Gomez Leonardo, Luis Alcaraz, Peñaloza Maria, Pelaloza Laura y Eliceo Acevedo, quienes tuvieron la oportunidad de trabajar en las diferentes comisiones de trabajo que se realizaron, como ser la comision de juventud, de cooperativas, la territorial y la comision de politica.


Fruto del trabajo en comisiones es que se delineo diferentes estrategias de trabajo, en la cual cada provincia trabajara, promicionando sobre todo la soberanía popular expresada por la unidad política tras un Programa del Proyecto Nacional y Latinoamericano y la participación organizada en diferentes formas de gestión pública y territorial de las organizaciones sociales, gremiales y políticas con la conducción democrática institucional de Cristina Fernández y política de Néstor Kirchner.